- preso
- preso -sa1. La forma preso, considerada tradicionalmente participio irregular de prender, es hoy un adjetivo, usado más frecuentemente como sustantivo, que significa ‘prisionero o cautivo’: «Allí siempre había unas cuantas mujeres presas» (Palou Carne [Esp. 1975]); «Para un preso la fuga es una meta común» (Tomás Orilla [Esp. 1984]). No obstante, en la construcción pasiva quedan aún restos del antiguo uso de preso como participio verbal de prender (‘apresar’): «Vuelto a Persia, fue preso y murió en suplicio» (Marías Filosofía [Esp. 1941-70]); en este caso, es más recomendable el uso del participio regular prendido (→ prender(se), 1).2. preso de + sustantivo. El antiguo participio de prender se usa a menudo hoy, seguido de un complemento agente introducido por de, con el sentido figurado de ‘atrapado o dominado por algo, especialmente por una pasión o un sentimiento’: «Todos sus aliados vivían presos del mismo terror» (Moix Sueño [Esp. 1986]). Esta construcción figurada es herencia del español medieval y clásico, en el que preso funcionaba normalmente como participio de prender (‘atrapar’): «Aquellos malos viejos, cuando fueron presos del amor de Susana» (Cabrera Consideraciones [Esp. 1598]). El participio, en estos casos, debe concordar en género y número con el sustantivo al que se refiere. Ahora bien, ya en el siglo xvi se documenta el uso de la expresión (ser) presa de + sustantivo con el mismo sentido de ‘(ser) atrapado o dominado por lo que expresa dicho sustantivo’; en esta construcción la palabra presa es el sustantivo femenino que significa ‘animal que es o puede ser cazado’; al ser presa un sustantivo epiceno (→ género2, 1b), puede referirse tanto a un sujeto masculino como femenino; en el habla más culta, se usa normalmente en singular, aunque su referente sea plural, al considerarse el conjunto de individuos al que va referido como si fuera una unidad, esto es, como una sola presa: «Los estudiantes [...] eran presa del más completo desconcierto» (Velasco Regina [Méx. 1987]). Aunque es menos frecuente, resulta también posible hacer concordar el sustantivo presa con el sujeto plural, considerando, en ese caso, que cada uno de los individuos a los que va referido constituye una presa: «Los contagiados empezaban a tiritar [...] y a poco eran presas del estupor» (Allende Casa [Chile 1982]). En resumen, tanto la construcción con participio concordado —preso(s) del pánico, referido a hombre(s); presa(s) del pánico, referido a mujer(es)— como la construcción con el sustantivo femenino presa, singular o plural —presa(s) del pánico, referido tanto a hombres como a mujeres— son válidas y tienen justificación desde el punto de vista lingüístico.
Diccionario panhispánico de dudas. 2013.