- duda
- duda1. ‘Estado de indecisión o de falta de certeza’ y ‘cosa que provoca dicho estado o lo implica’. Este sustantivo femenino forma parte, en singular o en plural, de diversas locuciones. Así, se usa normalmente en singular en sin duda (‘con toda seguridad’): «Sin duda, todo recuerdo es doloroso» (Ocampo Cornelia [Arg. 1988]); estar fuera de duda (‘ser seguro o indiscutible’): «La oportunidad de la consulta está fuera de duda» (Vanguardia [Esp.] 16.9.95); y en no caber (o haber) duda (→ 2): «No cabe duda de que Khamuas lo conocía» (Mujica Escarabajo [Arg. 1982]); «Einstein estaba equivocado, no había duda» (Villoro Noche [Méx. 1980]). Se emplea normalmente en plural en las expresiones estar hecho un mar de dudas (‘dudar mucho o tener muchas dudas’): «Porque estoy hecha un mar de dudas» (Alviz Son [Esp. 1982]); y en la expresión, propia del español de varios países de América, por (si) las dudas (‘por si acaso’): «Sospecho que no lo hizo adrede, pero por si las dudas, todos nos volvimos para ver a papá» (Alatriste Vivir [Méx. 1985]); «El gaucho se persigna por las dudas» (Ocampo Testimonios [Arg. 1977]). Esta distribución refleja el uso mayoritario, lo que no implica que no se documenten, en algunas de estas locuciones, usos contrarios a la tendencia mayoritaria, que no hay por qué considerar incorrectos: «Todo aquello no era más que una estúpida broma urdida, sin dudas, por alguna de las dos pequeñas arpías» (Andahazi Piadosas [Arg. 1999]); «La eficacia conseguida con este sistema está fuera de dudas» (Bueno Mountain bike [Esp. 1992]); «No había dudas de que este modo de vida era su destrucción» (Padilla Jardín [Cuba 1981]); «Acerca de su gravedad no me cabían dudas» (Aldecoa Mujeres [Esp. 1994]).2. no caber (o no haber) duda. Se trata de locuciones sinónimas, que significan ‘ser algo absolutamente cierto o indiscutible’. Ambas se construyen con un complemento precedido de la preposición de, que expresa aquello sobre lo que se tiene absoluta certeza, y que a menudo se omite por consabido. A veces, estas locuciones llevan incrementos enfáticos (la menor duda, ninguna duda, etc.): «No necesita reír para probarme que es inteligente, Williams. No me cabe la menor duda de ello» (Vilalta Historia [Méx. 1978]); «—¿Y llegará a ser una pianista excelsa? —De eso no hay la menor duda» (Piñera Niñita [Cuba 1992]). Ha de evitarse en la lengua culta la supresión de la preposición de que debe preceder al complemento: ⊕ «Luis es un golfo, eso no cabe duda» (FnGómez Bicicletas [Esp. 1982]); debió decirse de eso no cabe duda. Esta supresión indebida es especialmente frecuente cuando el complemento es una oración subordinada introducida por la conjunción que (→ queísmo, 1g): ⊕ «¿Acaso hay duda que fue torturada?» (Caretas [Perú] 4.9.97); ⊕ «No cabe duda que la paz engendra riqueza» (Hora [Guat.] 8.4.97); debió decirse acaso hay duda de que y no cabe duda de que, respectivamente.
Diccionario panhispánico de dudas. 2013.