- cómo
- cómo1. Adverbio interrogativo o exclamativo. Es tónico y se escribe con tilde para diferenciarlo de la palabra átona como (→ como). Encabeza oraciones interrogativas o exclamativas directas: ¿Cómo te encuentras?; ¡Cómo aguantó el chaparrón!; o indirectas: No sé cómo te llamas; Me encanta cómo escribes; No hay cómo convencerlo de que venga. Puede constituir por sí solo un enunciado: ¿Cómo?; ¡Cómo!, o quedar al final como único elemento de la oración subordinada: Quisiera hacerlo, pero no sé cómo.2. El valor semántico más frecuente de cómo es el modal (‘de qué manera, de qué modo’), pero se usa también correctamente con valor causal, frecuentemente en la forma ¿cómo es que...?: ¿Cómo no me lo dijiste? [= ¿por qué no me lo dijiste?]; ¿Cómo es que nadie lo impidió? [= ¿por qué nadie lo impidió?].3. Cuando aparece precedido de la preposición según, o del verbo depender o el adverbio independientemente seguidos de la preposición de, se recomienda escribirlo con tilde, ya que en estos casos suele ser tónico y se interpreta normalmente como interrogativo: «Eso, según cómo se mire, es una ventaja o un inconveniente» (Andrade Dios [Arg. 1993]); «Todo depende de cómo acabe este asunto» (Leguina Nombre [Esp. 1992]); «Continuaremos la evaluación independientemente de cómo esté el proceso de la alianza» (País [Esp.] 20.10.97). No obstante, en estos casos el adverbio puede tener también valor relativo, por lo que no se considera incorrecto escribirlo sin tilde: Según cómo lo hagas... [= según de qué modo lo hagas] o Según como lo hagas... [= según el modo en que lo hagas].4. En el español antiguo era normal el uso exclamativo de cómo seguido de un verbo, para intensificar adjetivos: «¡Cómo es cortés aqueste honbre!» (DzToledo Fedrón [Esp. 1446-47]). Este uso antiguo aún pervive en el español de América: «¡Cómo eres artificiosa!, pero a mí no me engañas, niña» (Magaña Signos [Méx. 1951]). En el español de España este uso ha desaparecido en favor de qué (se diría ¡Qué cortés es este hombre!) y cómo solamente se emplea en la actualidad como intensificador verbal: ¡Cómo llovía el día de mi boda! Sin embargo, tanto en América como en España es hoy normal, en la lengua coloquial, el uso de cómo para introducir enunciados exclamativos de valor ponderativo con adjetivos o adverbios precedidos de la preposición de: «¡Cómo estará de contento tu padre!» (Araya Luna [Chile 1982]); «¡Cómo estaremos de mal, Petrita!» (Olmos Marina [Esp. 1995]), oraciones que equivalen, respectivamente, a ¡Qué contento estará tu padre! y ¡Qué mal estaremos, Petrita! También se emplea esta misma estructura exclamativa de valor ponderativo con sustantivos precedidos de la preposición de: ¡Cómo está de peras el árbol! (estructura sinónima de ¡Cuántas peras tiene el árbol!); ¡Cómo está de gente el estadio! (equivalente a ¡Cuánta gente hay en el estadio!).5. En zonas del Caribe se emplea expletivamente el adverbio cómo en enunciados interrogativos con el verbo gustar: «—¿Cómo te gusta Bedford? —Es muy bonito» (Santiago Sueño [P. Rico 1996]). En el resto del mundo hispánico se diría, simplemente, ¿Te gusta Bedford?6. A veces se usa el adverbio exclamativo cómo seguido de la conjunción que para expresar disconformidad o extrañeza ante lo expresado por el interlocutor. En estos casos, la conjunción que se explica por la elisión del verbo decir: ¡Cómo [dices] que no me entero!; ¡Cómo [dices] que no te ayude! Es frecuente esta construcción con la simple negación: ¡Cómo que no! No se debe intercalar la preposición de entre el adverbio cómo y la conjunción que (→ dequeísmo): ⊕ «—¿Y cuál es su preocupación, señora? —¿Cómo de que cuál?» (Mojarro Yo [Méx. 1985]).7. Es habitual el empleo de cómo seguido del adverbio no, con significado afirmativo equivalente a sí, claro. Se emplea normalmente como respuesta cortés a una petición: «—¿Puedo echar un vistazo? —Sí. Cómo no. Pase» (RRosa Sebastián [Guat. 1994]). En realidad, se trata de una construcción abreviada de enunciados exclamativos más amplios en los que cómo tiene valor causal: ¡Cómo no vas a poder echar un vistazo! [= por qué no vas a poder echar un vistazo]. La expresión cómo no también se emplea como refuerzo enfático de una afirmación, con el sentido de ‘naturalmente’, en enunciados que no constituyen respuesta a un interlocutor: «Confiaba, ¡cómo no!, en sus propias fuerzas» (Gironella Hombres [Esp. 1986]). En algunas zonas de América la secuencia cómo no se usa irónicamente como negación rotunda: —¿Me prestas tu automóvil? —¡Cómo no! [= de ninguna manera].8. Precedido de artículo, este adverbio se sustantiva: «¿Dónde está la explicación del qué y el cómo de la reforma?» (Universal [Ven.] 3.11.96).
Diccionario panhispánico de dudas. 2013.